
Soy Psicóloga, me recibí en la UBA hace 20 años.
Desde ese entonces trabajé en el área de Orientación Vocacional, luego sumé lo que lxs colegas dan en llamar “la clínica” y por último hace ya 10 años, el asesoramiento en crianza.
A lo largo de estos 20 años, trabajé en la UBA, tanto en la facultad de psicología como en la Dirección de Orientación al Estudiante, y hasta en radio UBA. También en la Asesoría pedagógica de la Escuela Mariano Acosta. Transité por algunas clínicas y centros de salud.
Actualmente me desarrollo en Barbecho, un espacio para el cuerpo y la Cultura. Una creación de Oscar Mongiano de la cual fui testigo inaugural, por ser él además mi compañero de vida.
Allí coordino Familia en Barbecho. Allí tengo mi consultorio. Allí soy felíz.
Cuando pienso en por qué me dedique a esto que hago (cosa que como orientadora me lo pregunto casi a diario, jaja) pienso lo siguiente.
Creo que porque siempre me fascinaron las historias de vida, los laberínticos caminos que recorremos las personas para llegar a hacer las cosas que nos gustan, para estar con quienes queremos estar, para ser más o menos quienes queremos ser. A veces parece que está lejos, luego por un instante parece que lo tenemos en nuestras manos, que es “pan comido” y cuando queremos darnos cuenta ya se nos volvió a escarpar de entre nuestros dedos.
Una constante en la vida, los instantes en los que parece que estamos tan bien y otros en los que todo se torna gris.
Eso me fascinó siempre. Tal vez por eso estudié psicología. Tal vez por eso estudié y sigo formándome en psicoanálisis.
Pero no sólo eso calmó el torbellino interno de preguntas. Desde chica buscaba. Por eso hice muchas de las cosas que hacía de chiquita. Buscaba, buscaba mucho y por suerte mis padres me acompañaban en esta búsqueda. De todas esas experiencias me quedaron algunas pequeñas o grandes pasiones que sigo desarrollando de una u otra forma y nutren mi ser…
La actuación por ejemplo, y así aparecen algunos que otros personajes que armo e interpreto con convicción para entretener a mis hijxs, a mis amigxs y otros seres especiales.
La escritura, que me sirvió en los intensos años de la adolescencia a entender algo de lo que me sucedía y me sirve hoy para compartir ideas y sentimientos.
Y también algo que no se cómo expresar en una palabra pero que tiene que ver con el diseño, con la imagen, con la construcción de algo… Este interés me llevó, de chiquita, a hacer muchos collages. Desde hace unos años, me llevó a meterme en el “diseño” de las comunicaciones de Barbecho. (¡Le pido disculpas a todxs los que se dedican de verdad a eso!) Al comienzo junto a Candela Interlandi, y ahora con Rubén Guillen. Y fundamentalmente con el generoso asesoramiento de queridxs y expertxs amigxs que me regalaron consejos, críticas, ideas, y tantas cosas que valoro hasta el infinito.
Esta parte mía en Barbecho no está formalizada, quizá ahora lo estoy contando por primera vez, pero la disfruto mucho, tanto como mi “cara visible” de psicóloga y coordinadora de familia en barbecho.
Gracias por leerme.
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