Soy Paula Baratta.

Soy Paula Baratta

Llegué a Barbecho una mañana muy calurosa en febrero de 2017.
Iba a probar una clase de Chi Kung y Tai Chi.
Venía buscando desde hacía ya un tiempo y no encontrando.

Buscaba un lugar donde estudiar, aprender y practicar alguna de las llamadas Artes Meditativas y me tentaban el Chi Kung y el Tai Chi más que otras. La belleza y organicidad de sus formas, el regalo de un nuevo lenguaje aún inexplorado para mí; todo un misterio por delante .

Hacía ya más de 20 años que venía transitando el Método Feldenkrais; estudiando, formándome, dando clases de ATM (autoconciencia a través del movimiento) grupales  , individuales  y sesiones  de integración funcional( otra modalidad del método unx a unx a través del contacto)  en mi taller particular y fantaseando muchas veces con la posibilidad de trabajar en algún lugar compartiendo el espacio y las experiencias con otrxs y sin saber muy bien dónde ni con quienes.

 Venía  sintiendo  que tanto mi trabajo como  mis acciones más cotidinas podian estar   cada vez más ligados  a un estado al que llamo(  y oí llamar alguna vez en el mundo del Contacto Improvisación,) “estado de danza permanente” y con esto me refiero a un estado de  conexión profunda con el momento presente en relación a mi misma ,   a lxs otrxs y a mi entorno en el contexto que sea.   Y que cuando estoy en ese estado,  conmigo y tambien atenta a lxs otrxs y me vinculo desde ahí todo se ordena. En ese estado o modo,  hasta las cosas más desestabilizantes  se vuelven más transitables.   Un bienestar inquieto y a la vez calmo y curioso sin ansiedad. Como cuando de chicxs jugamos y se vuela el día.

Podría decir que esa es mi búsqueda; bailar la vida, expandir ese estado todo lo posible. Un estado óptimo infinitamente refinable y disfrutable. donde el proceso interesa más que el resultado, las preguntas que abren  más que las respuestas que cierran, y la disponibilidad para dar y recibir está a flor de piel.

En 2016 conocí al maestro Jeff Haller con quién  trabajé   cuatro años  como traductora de sus clases  presenciales y material de estudio durante los módulos de la  Academia IOPS ( Organización interna y fuerza profunda) en Argentina , un posgrado del Método Feldenkrais  en el que  constantemente aparecian relaciones con las artes meditativas y mi interés y curiosidad se fueron alimentando más y más. Y hoy en medio de esta locura que atravesamos, tengo la alegría y la suerte de poder cruzar el océano cada semana y seguir disfrutando de sus clases.

También venía practicando hacía unos 15 años Contacto Improvisación, un tipo de danza que se basa en la escucha y el contacto con otrxs, con el suelo y con el espacio, y por una restricción de salud que me estaba impidiendo cargar peso, hacía varios meses que había tenido que suspender la práctica por un tiempo. Pero quería seguir nutriendo ese estado de danza permanente .

 Entonces,  vuelvo al comienzo de este cuento, llego a Barbecho y encuentro.

Encuentro un lugar dónde estudiar y practicar Chi Kung y Tai Chi aunque haga mucho calor o muchisimo frio.  Encuentro nuevxs profes amorosxs  Jose Sánchez y Cris Ledesma,  comprometidos y generosxs , compañerxs con los que compartir práctica y vida, con lxs que animarme a volver a un estado de principiante total y exponer toda mi torpeza  sin juicio, un lugar dónde pasan cosas y gente, y encuentros y mates y propuestas y abrazos y complicidades.

Y pronto siento ese lugar como una casa propia compartida y disfrutada y al rato , comienzo a dar clases alli, y poco a poco se empieza a volver realidad , compromiso, afecto , paciencia , amor y cuidado. Y ahí estamos o más bien ahora mismo no estamos pero estamos! Seguimos! Y colorin colorado, este cuento no se ha acabado! Este cuento de vida y encuentros es una realidad que regamos cotidianamente para que nunca nunca llegue a su fin! Colorín colorín!

Gracias siempre Barbecho y familia!