“…Al girar libremente, nos sentimos sincronizados, en casa, dentro de nuestro cuerpo y en el lugar correcto respecto al mundo. Esta agradable sensación de concordancia y libertad es lo que reconocemos como salud.” de “Entre el Cielo y la Tierra”, Harriet Beinfield y Efrem Korngold.

Definición de Shiatsu: es una palabra japonesa que significa literalmente «presión con los dedos”, aunque en las sesiones de shiatsu zen se utiliza la digitopresión junto con hamacados, amasados, presión con las palmas, codos, rodillas, pies y distintos tipos de estiramientos y rotaciones; se realiza sobre un futón o colchoneta, y el receptor está vestido con ropas cómodas.

Pero el shiatsu va mucho más allá que su definición académica…

Su origen es un antiguo masaje familiar japonés llamado Anma; en su cruce con la Medicina Tradicional China nace el shiatsu que conocemos en la actualidad, y como todo arte y disciplina viva, sigue desarrollándose, sumando puntos de vista y saberes, tomando distintas formas y hasta distintos nombres.

El shiatsu que practicamos hoy es la suma de aportes de numerosxs maestrxs, estudiosxs y profesionales.

El conocimiento de la MTC y sus bellos meridianos y elementos, sumados al contacto, observación, escucha, movimiento, contención, sostén, y búsqueda intuitiva de cada terapeuta, hacen del shiatsu moderno una completísima y valiosa herramienta de autoconocimiento y sanación (del receptor y dador simultáneamente)

Un tratamiento de shiatsu es una propuesta de búsqueda de re-equilibrio desde el cuerpo, inevitablemente conectado con los planos emocional y mental.

El cuerpo, el contacto y el movimiento son la puerta de entrada a un camino de búsqueda que empieza al darle atención a una inquietud emocional, una molestia física, un dolor, un síntoma orgánico, un músculo contraído, o alguna articulación bloqueada. El inicio de la terapia con shiatsu es la búsqueda desde allí.

El camino es personal, desconocido, distinto para cada unx, pero igual de enriquecedor, de crecimiento y fortalecimiento para todxs.

El tratamiento con shiatsu no reemplaza un tratamiento médico, puede acompañarlo, pero fundamentalmente es una de las tantas formas que existen para tomar las riendas de nuestra salud emocional, mental y física, y el mantenimiento de ellas.

Este proceso puede completarse con meditaciones, chi kung, una dieta equilibrada y lo ideal: un ritmo de vida acorde a los ciclos de la naturaleza, ya que somos parte y reflejo de esos ciclos naturales.

Cristina Ledesma

Terapeuta de Shiatsu